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24 may 2011

Iguales pero no tanto

A partir de la sanción de la ley de matrimonio igualitario, los hijos nacidos en los nuevos matrimonios tienen pleno reconocimiento y derechos. Pero muchas parejas de mujeres que tuvieron chicos antes de casarse ahora no pueden inscribirlos como hijos de ambas. El Gobierno ya estudia un proyecto de ley sobre el tema. Los casos.


Por Soledad Vallejos
Página 12  - 15 de mayo de 2011.



A partir de la sanción de la ley de matrimonio igualitario, los hijos nacidos en los nuevos matrimonios tienen pleno reconocimiento y derechos. Pero muchas parejas de mujeres que tuvieron chicos antes de casarse ahora no pueden inscribirlos como hijos de ambas. El Gobierno ya estudia un proyecto de ley sobre el tema. Los casos.

Todavía para algunas personas el casamiento no garantiza reconocimientos en pie de igualdad con las demás familias de Argentina. A pesar de los grandes cambios que el matrimonio igualitario significó en la vida cotidiana de alrededor de mil parejas, cientos de mujeres lesbianas que crían hijas e hijos nacidos antes de la última gran modificación del Código Civil siguen sin poder inscribirlos como hijos de ambas. Esa vulneración, que necesariamente tiene correlatos en pequeñas desigualdades cotidianas, pero también en asuntos fundamentales para la vida familiar (ver aparte), podría quedar resuelta en poco tiempo: tras obtener dictamen favorable del Ministerio del Interior, el proyecto de reconocimiento igualitario se encuentra actualmente a la firma en la Secretaría Legal y Técnica de Presidencia.

De aprobarse, “las familias tendríamos acceso a obra social, licencias familiares, servicios sociales y herencia, entre otros”, explicó a este diario la activista Florencia Gemetro, de Lesmadres, la ONG que junto con su par 100% Diversidad y Derechos propuso el proyecto inicial al Ministerio del Interior en agosto del año pasado, poco después de la sanción de la ley de matrimonio igualitario. “El proyecto de reconocimiento fue trabajado íntegramente junto a las familias beneficiarias”, y con la participación de sociólogos, trabajadores sociales y abogados especialistas en derecho civil y de familia. Por ello, insiste Gemetro, “este proyecto da respuesta a una demanda urgente en nuestra comunidad. Una vez aprobado se estarían restituyendo derechos y regularizando la situación legal de cientos de niños, niñas, sus madres y su familia extendida. Y no sólo se reconocería el vínculo entre los hijos y sus madres, sino también entre sus hermanas y hermanos, y con sus tías, tíos, abuelos y abuelas”.

No está claro en Argentina cuántas chicas, cuántos chicos son iguales pero no tanto en relación con sus hermanos y hermanas menores, cuántas mujeres que construyeron primero relaciones de pareja y luego proyectos familiares con otras mujeres no son consideradas tan madres de sus hijos como para que la ley reconozca su responsabilidad a la hora del cuidado, la educación, la crianza, la alimentación. Para ir dimensionando ese paisaje, las mismas ONG que trabajaron sobre el proyecto de reconocimiento igualitario junto con el Ministerio del Interior se asociaron con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) para diseñar y llevar adelante una base de datos de familias. Sirviéndose de un sitio web en el que también comparten información sobre inscripciones y legislación vigente (www.reconocimientoigualitario.blogspot.com), las tres organizaciones iniciaron el Primer Registro Nacional de Familias LGTB con Hijos e Hijas, todavía en crecimiento. La búsqueda de esta información, que es confidencial, busca evitar que se repita algo sucedido el año pasado: antes de Vicente, el primer niño oficialmente inscripto como hijo de dos madres, había existido otro caso. “Pero en el Registro Civil no reconocieron a sus dos madres, y ellas no pudieron reclamarlo porque no tenían elementos, ni estaban en contacto con alguna organización”, dice Gemetro.

Las cifras, aunque incompletas y en crecimiento, dicen que las familias fundadas por parejas de mujeres se encuentran en casi todo el país. Sólo de tres provincias (Jujuy, Formosa y Chaco) no llegaron, aún, datos. Por lo demás, el Registro puede dar cuenta de que en Argentina viven 150 familias comaternales, y que en cada una hay entre uno y tres hijos, aunque al menos la mitad tiene más de un chico.

Que en la mitad de aquellas familias donde hay más de un hijo, cada una de las madres ha parido a uno. Que la mayoría de esas familias viven en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, pero también más allá del conurbano: en los pueblos del interior bonaerense como San Vicente o Carmen de Patagones. En importancia, siguen Río Negro, Neuquén, Córdoba, Santa Fe.

Las niñas y los niños que nacieron en familias fundadas por lesbianas son, todavía, pequeños: los mayores tienen 12 años; la mayoría no llega a los 4 años. En esa brecha de edades, que significa haber nacido en momentos históricos totalmente distintos de la Argentina reciente, se juegan muchas de las diferencias de derechos que buscan zanjarse.

Existen "dos generaciones claramente marcadas" de mujeres comprometidas en proyectos comaternales, señala Gemetro. “A partir del Registro, y del trabajo que hacemos en Lesmadres, vemos que por un lado hay generaciones en torno de los 30, y otras en torno de los 40, 40 y pico largos. Un grupo llega a la maternidad pensando que es su derecho, imaginándoselo como un dato más de su proyecto vital. El otro llega a la maternidad después de haberla postergado muchos años, y gracias a un trabajo de visibilización, de mayor apertura social, de crecimiento del movimiento LGTB y de extensión de la tecnología reproductiva. Son madres después de pensar que no era posible".



SUBNOTAS:


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6 may 2011

Nuestras familias también cuentan. Censo del Bicentenario

Los compañeros/as de 100% Diversidad y Derechos Martín Canevaro, Cachita Arévalo, Norma Castillo y Alba Rueda, compartieron la experiencia del relevamiento de hogares integrados por lesbianas, gays, trans y sus hijos e hijas en el Censo 2010.







Docentes por la diversidad: UTE-CTERA y 100% Diversidad y Derechos lanzaron el proyecto “Escuelas Libres de Discriminación”

El pasado viernes 15 de abril se lanzó, en el auditorio de UTE/ CTERA Capital –Bartolomé Mitre 1984-, el proyecto “Escuelas Libres de Discriminación” con el objetivo de promover el respeto, la valoración y la visibilización de las diversidades en los ámbitos educativos.
Escuelas Libres de Discriminación”, es una iniciativa de 100% Diversidad y Derechos, Docentes por la Diversidad y la Identidad la Unión de Trabajadores de la Educación de la Ciudad de Buenos Aires (UTE-CTERA) y, se implementará en distintas escuelas y colegios de los tres niveles, involucrando docentes y estudiantes e invitando a la comunidad en general.
Participaron del acto de presentación, Hugo Yasky, secretario general de la CTA, Stella Maldonado, secretaria general de, Eduardo López, secretario general UTE/CTERA Capital, Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, Emiliano Samar de 100% Diversidad y Derechos y Docentes por la Diversidad, Gabriela Bacin de Lesmadres; Carlos Álvarez de Agrupación Afro Xango y Carlos Flores de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios -ENOTPO), y los Legisladores Francisco “Tito” Nenna, Gabriela Alegre y Gonzalo Ruanova.

El Secretario General de UTE, Eduardo López, señaló que “este lanzamiento constituye un aprendizaje para los docentes porque en nosotros conviven aún prácticas discriminatorias que estamos aprendiendo a abandonar”. A su vez, afirmó que “frente a este Jefe de Gobierno de la Ciudad que quiere invisibilizar lo diverso, que discrimina a los hermanos de países limítrofes y pretende la homogeneización cultural y educativa, proyectos como este cobran una relevancia mayor”.  

A su turno Emiliano Samar, quien coordina la aplicación del proyecto expreso que “recuerdo, por citar solo algunos ejemplos, aquel alumno que eligió construir un personaje femenino en la clase de teatro, aquellas nenas a las que les llamaron la atención y se quedaron sin recreo por haber tomado la pelota para jugar cuando se supone es objeto masculino, o aquel grupo al que se les pidió que si dibujaban nenas lo hagan con pelo largo y pollera porque sino no se distinguen en el dibujo, y también recuerdo aquel chico de primer grado que quería jugar a la Sirenita y que una docente quiso derivar a gabinete psicológico. En todos y cada uno de estos casos la mirada del juicio se hizo presente, diciendo vos no podes ser quien sos, la mirada de la docente que teme a la Sirenita y permite que el tiburón del prejuicio se le cuele dentro del aula”

Carlos Álvarez, de la agrupación Afro Xango quien también formo parte del panel, expreso que El objetivo central de nuestra participación en este proyecto es aportar a la construcción de nuevas prácticas educativas que promuevan y fomenten una mirada holística, integral y antirracista de la historia y la cultura Argentina. Respetando los distintos aportes y la participación de los Africanos/as y sus descendientes en la construcción del Estado- nación”.
En ese sentido destacó que “decir que los y las afrodescendientes y africanos/as no solo vendieron tortas y empanadas en el época colonial como le hacen representar a nuestros hijos en la fechas patrias, estigmatizándonos a un lugar de servidumbre, avergonzando a nuestros hijos blancos o negros que tienen que pintarse la cara con un corcho para representar ese algo que supuestamente ya “no existe mas”.
Por Lesmadres intervino Gabriela Bacin, quien explico que“nuestra mayor preocupación es la recepción de nuestros hijos e hijas en el sistema educativo” y propuso “que es el estado quien debe dar respuesta a través de las políticas públicas en coordinación con la sociedad civil. Lo que resulta claro es que no podemos permitirnos que las aulas sean espacios inseguros para nuestros niños y niñas así como instituciones discriminatorias para diversidad en general. Es preciso un marco institucional explícito donde los resultados no queden librados a las voluntades, las expectativas y prejuicios personales” El proyecto apunta a generar una práctica educativa que promueva el respeto, la valoración y la visibilización de todas las diversidades, ya sea sexual, de género, étnica, de clase o de origen nacional en los ámbitos educativos. Esta experiencia se propone reflexionar sobre las preguntas ¿Qué modelos de familia se representan en la escuela? ¿Qué valores, modelos y estereotipos étnico-culturales son transmitidos? ¿Qué roles y tareas se identifican con varones y mujeres? ¿Qué juegos están habilitados para niños y niñas? y otros tantos interrogantes.
Este espacio de docentes e integrantes de organizaciones sociales trabaja desde una perspectiva que incorpora una mirada étnico cultural, a fin de rescatar y valorar el aporte de los pueblos originarios y afrodescendientes a la identidad nacional y respetando la libre orientación sexual e identidad de género de lesbianas, gays, trans y bisexuales.
Martín Canevaro, Presidente de 100% Diversidad y Derechos, destacó que la UTE/CTERA-Capital es el primer y único sindicato en abrir sus puertas a lesbianas, gays, bisexuales y trans para abordar la diversidad desde un ámbito y un proyecto especifico, hecho que no es casual ya que recordó “Hugo Yasky, Estela Maldonado y Eduardo López apoyaron activamente a la lucha por el matrimonio igualitario, cuando otros dirigentes miraban para otro lado”, sobre el proyecto el activista gay destacó que “la visibilidad de las diversidades en la escuela también debe incluir a los docentes LGTB, que durante décadas estuvieron condenados al “closet” y hoy pueden casarse y recibir el afecto y respeto de sus colegas y alumnos